El COVID-19 es una pandemia que se ha extendido por todo el mundo y una de las principales preocupaciones es contar con los insumos y equipamiento médico necesario para combatirla. Una de estos equipamientos médicos son los ventiladores mecánicos, los que actualmente son muy escasos en todo el planeta. Por esto, investigadores del Centro Científico y Tecnológico de Valparaíso, CCTVal, e ingenieros del Núcleo Milenio de Formación Planetaria trabajan hace un mes en un prototipo de ventilador pulmonar invasivo para colaborar con la red de asistencia de salud del país y así responder los desafíos que se han producido por la expansión del COVID19. Este proyecto es liderado por CCTVal.
“Nuestra capacidad científica y tecnológica nos hace creer que en esta lucha contra el virus podemos responder con soluciones tecnológicas. El dispositivo en el que trabajamos se conectará a las líneas de gas de los hospitales y proveerá la ventilación de los pulmones de los pacientes en estado grave. No usa ambu ni el aire del ambiente”, comenta Hayk Hakobyan, investigador del CCTVal y del NPF y responsable de la supervisión del proyecto. Éste se desarrolla en los laboratorios del CCTVal, ubicados en la Universidad Técnica Federico Santa María.
Hakobyan señala que cuando se desarrolle el prototipo, el objetivo es su escalamiento a nivel de producción industrial.
Para el científico, la importancia principal es que en caso de que este proyecto sea exitoso, con él se salvarán vidas. “También considero no menos importante el hecho que muchas personas de distintas disciplinas trabajen juntos para un mejor mundo, y este proyecto es un pequeño intento/contribución a esto”, destaca Hakobyan.
Nicolás Soto, ingeniero del NPF, indica que este prototipo de respiradores mecánicos son invasivos, es decir, se conectarán por medio de un tubo endotraqueal al igual que los que se utilizan normalmente en los hospitales. Esto, ya que estos son los ventiladores mecánicos que los profesionales de la salud necesitan y que podrían escasear durante los próximos meses, según la expansión del COVID-19 en el país.
Los investigadores cuentan con un banco de pruebas funcional, sobre el cual se desarrolla el prototipo final. Una vez listo, debe ser certificado por el gobierno a través de CERTEMED, centro perteneciente a la Universidad de Valparaíso. “En paralelo al desarrollo del prototipo se están identificando y especificando los componentes esenciales para la fase de producción, que estará a cargo de alguna institución por definir”, señala Soto.
El proyecto comenzó hace un mes. Durante la primera semana se desarrolló el diseño siguiendo especificaciones entregadas por la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica las Condes. La segunda semana se compraron los componentes del prototipo. La tercera, se comenzó a construir y actualmente se trabaja en el control electrónico y el diseño del producto final. Los investigadores pronostican que en dos semanas el prototipo debería estar listo.
Del Núcleo Milenio de Formación Planetaria participan de este proyecto los ingenieros Nicolás Soto, Cristopher Rozas y Julián Mena; el investigador adjunto Pedro Mardones, y el investigador asociado Hayk Hakobyan, quien supervisa el proyecto.