Escrita por Javier Arancibia, estudiante de postgrado del Núcleo Milenio de Formación Planetaria y del Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso.
Tal vez muchos nos hemos hecho esta pregunta en algún momento. ¿Estamos solos en el Universo? ¿Existe vida extraterrestre? Si el Universo es un lugar tan grande, parecería totalmente probable que la vida se haya desarrollado en algún otro rincón de él. Revisemos algunos números. Hay por lo menos cien mil millones de galaxias en el Universo, cada una tiene entre cien y mil millones de estrellas. Recientemente, hemos sabido que los planetas son muy comunes y, probablemente, hay billones de planetas habitables, lo que quiere decir que debe de haber muchas oportunidades para que la vida exista y se desarrolle. Pero, ¿por qué no observamos el cielo lleno de naves espaciales alienígenas, o recibimos mensajes de civilizaciones extraterrestres?
Incluso si hubiese civilizaciones extraterrestres en otras galaxias, sería difícil hacer contacto con ellas, debido a las enormes distancias que nos separan y a la expansión del Universo. Básicamente, todo lo que esté fuera de nuestro entorno galáctico más próximo, el llamado “Grupo Local”, está bastante fuera de nuestro alcance por el momento. Incluso si tuviesen naves espaciales muy rápidas, viajando a velocidades cercanas a la de la luz, les tomaría miles de millones de años llegar a estos lugares. Por lo tanto, vamos a centrarnos en la Vía Láctea. En nuestra galaxia hay alrededor de veinte mil millones de estrellas similares al Sol, y las estimaciones sugieren que una quinta parte de ellas tiene un planeta tamaño Tierra en su zona habitable, la región alrededor de una estrella con la temperatura ideal para permitir la presencia de agua en estado líquido (para más información, puedes leer la columna de María Paula Ronco ¿qué significa que un planeta sea o no habitable?). Si sólo un 0.1% de estos planetas pudiese albergar vida, habría cerca de un millón de planetas candidatos a tener vida sólo en la Vía Láctea. Eso sin considerar que la vida en nuestro planeta (la forma más básica, es decir, organismos unicelulares) surgió hace un poco más de 3 mil millones de años, y la Vía Láctea tiene una edad de 13 mil millones de años, por lo que tal vez la vida pudo generarse en otros rincones de ella mucho antes que en la Tierra.
Sin embargo, el número de civilizaciones extraterrestre o planetas con vida encontrados es de cero. ¿Como se explica esto? Para empezar, hay muchos factores que no hemos considerado. Primero que todo, es posible que las condiciones en la Vía Láctea en sus primeros momentos fueran mucho más hostiles, y que solo “recientemente” las cosas se hayan calmado para permitir el desarrollo de vida. Por otro lado, no basta con que el planeta se encuentre en la zona habitable. Se debe cumplir una serie de condiciones que permitan el desarrollo de la vida como la conocemos como, por ejemplo, la presencia de un campo magnético que proteja al planeta de los vientos estelares, o que haya una atmósfera que permita regular las temperaturas del planeta. Además, para que se genere vida con el nivel de complejidad que existe en nuestro planeta tuvieron que ocurrir muchos procesos evolutivos, que sin el tiempo y las condiciones apropiadas no podrían haber pasado. Por último, de haber civilizaciones inteligentes en otras partes de nuestra galaxia, no podemos asegurar que esta forma de vida fuera similar a la nuestra. Es probable que los métodos de comunicación que desarrollarían no pudieran ser entendidos por nosotros, ya sea por ser completamente distintos, o mucho más avanzados.
Las escalas de tiempo de “vida” de una civilización no se comparan con la escala de tiempo del Universo. El humano moderno lleva en la tierra unos 200 mil años, apenas un parpadeo desde la formación de la Vía Láctea. Es posible que haya barreras que impidan la continuidad de una civilización, y alienígenas que hubieran surgido antes que nosotros ya estarían extintos. Por ejemplo, una civilización podría alcanzar un nivel de tecnología que destruya la vida en su planeta o, más sencillo aún, a medida que una civilización crece, los recursos del planeta no son los suficientes para mantenerla en el tiempo. Éstas barreras puede que estén más adelante de la etapa en la que nos encontramos.
Esto puede sonar desalentador, pero podemos considerarlo como un mensaje de toma de conciencia. Si la vida es tan difícil de generarse, y somos de las pocas civilizaciones inteligentes en el Universo en estos momentos, es nuestro deber cuidar nuestro hogar y las especies que conocemos (incluida la nuestra), para poder perpetuar la vida. El Universo es muy hermoso e impresionante para que no pueda ser estudiado por alguien. Tal vez en un futuro alcancemos el nivel de desarrollo y tecnología que nos permita viajar a otras estrellas y, porqué no, a otras galaxias. Ya hemos dado los primeros pasos en cuanto a la exploración espacial, enviando misiones a explorar el Sistema Solar o incluso humanos a la Luna y, probablemente en un futuro no muy lejano, misiones tripuladas a Marte, nuestro planeta vecino. No sé ustedes, pero a mi me intriga y apasiona conocer hasta qué punto podremos llegar.
Crédito de la imagen que ilusta la columna: NASA, ESA, Universidad de Geneva, Universidad de Nueva Gales del Sur.